
En un contexto de crisis profunda en Cuba, donde la población enfrenta apagones constantes, escasez de productos básicos y un colapso energético significativo, el régimen cubano ha recibido un notable incremento en los envíos de petróleo desde Venezuela. En febrero, Cuba importó 42,000 barriles diarios de crudo y combustible, un aumento relevante comparado con el volumen de meses anteriores. Este respaldo de su aliado político, Venezuela, pone de manifiesto la continuidad de un acuerdo estratégico que parece beneficiar más a los regímenes que a los ciudadanos que sufren en el día a día.
Las cifras de exportación de petróleo venezolano en febrero evidencian esta tendencia:
- Cuba: 42,000 barriles por día
- China: 503,000 barriles por día
- Estados Unidos: 239,000 barriles por día
- Europa: 69,200 barriles por día
- India: 68,000 barriles por día
Este flujo de combustibles hacia Cuba llega en un momento crítico, generando preguntas sobre la gestión de estos recursos y su verdadero impacto en la calidad de vida de los cubanos. Mientras el régimen se beneficia del petróleo venezolano, la población sigue sumida en la incertidumbre y las dificultades cotidianas.
💥 A su vez, la situación se complica aún más con la reciente decisión de Donald Trump de finalizar la licencia que permitía a Chevron operar en Venezuela, lo que podría repercutir significativamente en las relaciones económicas entre ambos países y, por ende, en el suministro de petróleo a Cuba. Las implicaciones de esta decisión generan un clima de incertidumbre sobre cómo afectará la economía cubana en el futuro y si se verá aún más intensificada la crisis en la isla.
La interdependencia entre Cuba y Venezuela se convierte en una espada de doble filo, donde la política y la economía se entrelazan, dejando a la población cubana en una lucha constante por la supervivencia.