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Historia de Desigualdad y Abuso de Poder

Recientemente, en el Reparto Montecarlo de la ciudad de Camagüey, una joven madre fue sancionada con una multa de 16,000 pesos por intentar ganarse la vida de forma honrada. Desesperada por sostener a su familia en un país donde los precios suben más rápido que los sueldos, vendía útiles del hogar en un catre en su zona.

El Caso de la Madre

Según testigos, una inspectora, que intentó extorsionarla sin éxito, decidió aplicar la máxima sanción posible. “Me llamó llorando, llena de impotencia”, relata una persona cercana al caso. “No está robando, no está haciendo nada malo. Solo intenta sobrevivir, como millones de cubanos más”.

Leyes que Aplestan al Débil

Mientras tanto, las Mipymes vinculadas a los hijos, nietos y testaferros de la élite política gozan de total impunidad. Importan productos, montan tiendas lujosas y manejan grandes sumas de dinero sin que ninguna autoridad les moleste

Preguntas sin Respuesta

  • ¿Dónde están los inspectores cuando se trata de esos negocios?
  • ¿Por qué solo se fiscaliza al pueblo trabajador, al que vende desde su casa o en la calle para sobrevivir?

Impacto de la Multa

Para entender el impacto de esta multa, hay que recordar que el salario mínimo en Cuba apenas supera los 2,000 CUP. Esto significa que esta madre deberá pagar más de siete veces el salario mensual mínimo por intentar vender escobas, tendederas o platos de cocina. No solo es injusto, es inhumano.

Voces de Indignación

La indignación en redes sociales no se hizo esperar. Muchos usuarios exigen la anulación de la multa y el castigo a quienes usan su poder para reprimir al pueblo y extorsionar a quienes ya no tienen nada más que perder. Un internauta expresó: “Es el colmo de la desvergüenza. Al que vende con las uñas, palo y multa. Al que roba con guantes blancos, privilegios y silencio”.

Doble Moral del Sistema

Este caso es solo un ejemplo más del abismo social que se ha profundizado en Cuba. En un país donde vender para comer es delito, pero lucrar con influencias políticas es negocio legal, la desigualdad y la represión continúan siendo el pan de cada día para muchos cubanos.

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