
En la mañana de este martes, se llevó a cabo una emotiva misa en memoria del niño Damir en el Cementerio de Colón. Este evento reunió a familiares, amigos y miembros de la comunidad, quienes se unieron para rendir homenaje al pequeño y elevar sus oraciones en un acto de solidaridad y reflexión.
La ceremonia, marcada por su profunda carga emocional, fue un espacio de consuelo colectivo, donde los asistentes compartieron recuerdos entrañables sobre la vida de Damir. Con lágrimas en los ojos y un profundo sentido de comunidad, los presentes recordaron no solo el brillo de su pequeña vida, sino también el dolor que ha dejado su partida.
El acto religioso no solo fue un homenaje a Damir, sino también un clamor por justicia. Las palabras del sacerdote resonaron en el corazón de cada asistente, enfatizando la importancia de buscar respuestas y rendir cuentas en situaciones que alteran el tejido social. Este deseo de justicia refleja el profundo impacto que ha tenido el caso de Damir en la sociedad cubana, uniendo a muchos en un mensaje común de dolor, esperanza y compromiso.
La misa fue acompañada por momentos de reflexión y oración, donde muchos expresaron su anhelo de que este trágico suceso no sea olvidado. La comunidad se mostró unida no solo en la pena, sino también en la esperanza de que se haga luz sobre los hechos que rodearon la muerte del niño.
Este evento, más allá de ser un homenaje, se convierte en un testimonio del poder de la comunidad en momentos de crisis. La unión de los asistentes simboliza el deseo de encontrar respuestas y la determinación de no dejar que la memoria de Damir se apague. En cada oración, en cada lágrima, en cada abrazo, se sintió la fuerza de un pueblo que clama por justicia y paz.
La misa en el Cementerio de Colón fue un recordatorio de que, en medio del dolor, la comunidad puede encontrar consuelo y unirse en la búsqueda de un futuro más justo. La vida del niño Damir sigue viva en los corazones de quienes le conocieron, y su legado se convierte en un llamado para que todos tomemos un papel activo en la creación de un mundo más seguro para nuestros niños.