
Durante el IV Coloquio Patria, celebrado en la Universidad de La Habana, Lis Cuesta Peraza, esposa del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y directora nacional de eventos del Ministerio de Cultura, emitió una declaración que ha generado un fuerte debate dentro y fuera de la isla. «Nos viene bien resistir y avanzar», afirmó Cuesta Peraza al abordar el papel de la mujer en Cuba, en un contexto de crisis económica, apagones y precariedad que afecta a millones de cubanas.
Sus palabras, lejos de ser un llamado genuino a la resiliencia femenina, han sido interpretadas como una muestra del distanciamiento de la élite gobernante respecto a la realidad del país. Mientras la mayoría de las mujeres en Cuba enfrentan diariamente la escasez de alimentos, el colapso del transporte público y la falta de medicamentos, Cuesta Peraza disfruta de privilegios inalcanzables para la población común: acceso a bienes de lujo, servicios médicos exclusivos y un nivel de vida sin las privaciones que afectan a la ciudadanía.
Un Feminismo Funcional al Poder
El discurso de Cuesta Peraza encarna lo que muchos consideran el «feminismo oficialista» en Cuba: una narrativa que reivindica el papel de la mujer dentro del sistema, pero que no cuestiona las estructuras que perpetúan las desigualdades. En un país donde el activismo feminista independiente es criminalizado y los espacios de debate crítico son restringidos, sus palabras reflejan la postura del régimen: instar a las mujeres a «resistir y avanzar» sin ofrecer soluciones reales a los problemas que enfrentan.
Mientras tanto, las cifras muestran una dura realidad para la mujer cubana: la crisis económica ha disparado los niveles de pobreza, el acceso a productos básicos se ha vuelto un desafío constante, y la violencia de género sigue siendo una problemática creciente en un entorno donde denunciar puede conllevar represalias.
Contradicciones y Privilegios
La distancia entre el discurso y la realidad es evidente. Cuesta Peraza, quien ha sido vista con relojes Cartier y otros artículos de lujo, afirma entender los sacrificios de las cubanas que deben cocinar con leña debido a la falta de gas y electricidad. Su entorno cercano tampoco escapa a las críticas: su hijo, Manuel Anido Cuesta, ha sido señalado por vivir con lujos fuera de la isla, mientras ella sigue promoviendo la retórica de la «resistencia» para quienes permanecen en Cuba.
Su declaración también se alinea con el discurso de Miguel Díaz-Canel, quien ha impulsado conceptos como la «resistencia creativa» y el lema «avanzamos y les duele», en un intento de justificar las dificultades que enfrenta el país bajo su mandato.
Las declaraciones de Lis Cuesta Peraza han avivado el debate sobre el papel del feminismo dentro de la política cubana. Para muchos, su mensaje no es más que una burla a la difícil realidad que viven las mujeres en la isla. La resistencia, en este caso, parece ser una exigencia exclusiva para el pueblo, mientras que los líderes y sus familias disfrutan de privilegios que los mantienen alejados de las dificultades cotidianas. En un país donde la crisis es cada vez más profunda, la desconexión entre el gobierno y la ciudadanía sigue siendo una de las principales fuentes de descontento y cuestionamientos hacia el futuro de Cuba.
Tomado de: https://videos.cibercuba.com/noticias/2025-03-25-u207888-e207888-s27061-nid299573-lis-cuesta-peraza-mujeres-cubanas-nos-viene?utm_medium=buffer&utm_source=facebook&utm_campaign=cibercuba_noticias