
Holguín, Cuba – En un desgarrador suceso, Orlando Lago Portelles, un joven de solo 19 años, se quitó la vida al dispararse dentro de la Unidad Militar «25 Aniversario», localizada en el Consejo Popular «La Cuava», en la provincia de Holguín. Este trágico evento ha abierto una herida profunda en la comunidad y ha reavivado un debate crítico sobre el Servicio Militar Obligatorio (SMO) en Cuba, asestando un golpe a la percepción pública sobre las condiciones en las que millones de jóvenes deben servir al país.
Una Muerte que Reabre el Debate
La muerte de Orlando ha generado una ola de indignación y preocupación en la población cubana. Para muchos, su tragedia resalta no solo el dolor individual de su familia y amigos, sino también un problema estructural que afecta a todo un colectivo de jóvenes reclutados por el SMO. Mientras las autoridades cubanas defienden la «necesidad» del servicio militar como un pilar para la defensa nacional, la realidad es que muchos de los hijos y nietos de las élites del país logran evitar esta obligación, optando por oportunidades educativas o laborales en el extranjero. Esta disonancia ha llevado a numerosos sectores de la sociedad a cuestionar la equidad y la eficacia de esta medida.
Los seres queridos de Orlando han clamado por respuestas, demandando una mayor transparencia respecto a las condiciones en las que los jóvenes realizan su servicio militar. ¿Qué tipo de entorno se les proporciona? ¿Existen los recursos necesarios para atender sus necesidades físicas y emocionales? Estas preguntas permanecen sin respuesta, contribuyendo a la angustia y el dolor en la comunidad.
Un Problema Sistemático
El suicidio de Orlando no es un hecho aislado; de hecho, no es la primera vez que se reportan casos de depresión y problemas de salud mental dentro de las instalaciones militares en la isla. Las denuncias sobre abuso psicológico, carencia de atención médica adecuada y condiciones generales de vida precarias han sido constantes en los últimos años. Sin embargo, las autoridades han hecho poco o nada para abordar estas inquietudes y prevenir la repetición de tragedias similares.
Numerosos testimonios de exconscriptos y familiares de reclutas indican que el SMO, lejos de ser una experiencia fortalecedora y educativa, a menudo se convierte en una etapa de sufrimiento y estrés extremo. La falta de empatía y de un sistema de apoyo efectivo dentro de las unidades militares plantea serias preguntas sobre la humanidad y el respeto por los derechos de los jóvenes que sirven.
Condolencias y Llamados a la Justicia
Desde Cuba 24/7, extendemos nuestras más sinceras condolencias a la familia de Orlando Lago Portelles. Su muerte es un recordatorio crudo de la difícil y a menudo incomprendida realidad que enfrentan muchos jóvenes en el país. La esperanza es que esta tragedia sirva como un catalizador para un cambio significativo, no solo en la perspectiva sobre el SMO, sino también en la manera en que se valoran y protegen las vidas de miles de jóvenes cubanos.
La comunidad exige un ambiente que no solo garantice la seguridad de los reclutas, sino también su bienestar emocional y mental. Es imperativo abrir un diálogo sobre las reformas necesarias en el ámbito del servicio militar, así como implementar medidas concretas que prevengan futuros incidentes, promoviendo una cultura de apoyo y respeto en lugar del silencio y la represión.
La perdida de Orlando Lago Portelles nos confronta con la dura realidad de un sistema que necesita urgentemente una revisión y una adaptación a las necesidades y derechos de la juventud cubana. Las voces de la sociedad civil deben ser escuchadas, y las autoridades deben comprometerse a tomar medidas efectivas para garantizar que todos los jóvenes, sin excepción, tengan la oportunidad de servir en un entorno seguro y humano.
Las preguntas persisten: ¿qué cambios se implementarán para asegurar que ninguna otra familia deba sufrir la pérdida de un ser querido en circunstancias tan trágicas? La respuesta a este interrogante es no solo crucial para el futuro de los jóvenes cubanos, sino también para el bienestar de toda la sociedad.