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Un incidente que pudo haber culminado en una tragedia se registró el martes en el peligroso viaducto de La Farola, situado en el oriente de Cuba. Un ómnibus perdió los frenos mientras descendía por este tramo conocido como «Veguita». Sin embargo, gracias a la rápida y hábil reacción del chofer, Luis Antonio Rodríguez Griñán, se logró evitar un desenlace grave.

Detalles del Incidente

Según la información proporcionada por la Dirección Provincial de Transporte de Guantánamo a través de su cuenta en Facebook, el accidente ocurrió por la tarde. A pesar de la pérdida de frenos, el conductor logró controlar el vehículo durante más de un kilómetro, navegando a través de curvas cerradas y pendientes pronunciadas. Su destreza al volante evitó que se produjeran lesiones entre las 43 personas que viajaban a bordo.

Los pasajeros expresaron su agradecimiento por la actuación del chofer. Uno de ellos comentó: “Fue muy difícil lo que pasamos, gracias a ese joven chofer nos salvamos todos”. Su padre, visiblemente emocionado, destacó: “Le doy mil gracias a mi gran Señor por protegerlo y permitirle realizar esa maniobra para salvar vidas”.

Reacciones y Medidas

Tras el incidente, las autoridades locales acudieron urgentemente al lugar para garantizar la seguridad de los viajeros y facilitar la continuación de su viaje hacia La Habana mediante un trasbordo. Las reacciones de la comunidad no se hicieron esperar. Una residente de Baracoa subrayó la necesidad urgente de un transporte interprovincial que cumpla con las condiciones adecuadas para transitar por esta ruta compleja.

“Es crucial que se revise la calidad del transporte en esta zona, ya que las características del viaducto requieren vehículos que estén en óptimas condiciones. No hemos tenido víctimas esta vez, pero no podemos confiarnos”, comentó.

Un Viaducto Peligroso

El viaducto de La Farola es conocido no solo por ser un importante enlace entre Baracoa, el municipio más montañoso de Cuba, y la ciudad de Guantánamo, sino también por su elevado nivel de peligrosidad. La estrechez de la vía, junto con sus pronunciadas pendientes y curvas cerradas, exige un esfuerzo constante por parte de los conductores y un mantenimiento riguroso de los vehículos que transitan por allí.

A pesar de la suerte en este incidente, el suceso ha reavivado las demandas por una revisión exhaustiva de la flota de vehículos utilizados en el transporte interprovincial y el establecimiento de controles técnicos más estrictos en las rutas más desafiantes del país.

La valentía y el profesionalismo del chofer han sido claves para evitar una tragedia mayor y resaltar la importancia de la seguridad en el transporte. Mientras tanto, la comunidad espera que las autoridades tomen medidas proactivas para garantizar un viaje seguro para todos los cubanos que transiten por estas carreteras críticas.