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Cuba vivió este lunes una de las jornadas eléctricas más críticas de 2025, al alcanzar un déficit de generación superior a los 1 100 megawatts (MW) durante las horas de mayor demanda, informó la Unión Eléctrica (UNE). El colapso energético provocó cortes prolongados —entre 8 y 12 horas— en casi todas las provincias, generando malestar ciudadano y un significativo impacto en la actividad productiva y el día a día de los hogares.

Magnitud del apagón y experiencias ciudadanas

Entre las 6:00 p.m. y las 10:00 p.m., el sistema eléctrico nacional no pudo cubrir el pico de consumo, lo que obligó a desplegar un racionamiento intensivo. Vecinos de Ciego de Ávila, Granma, Santiago de Cuba y La Habana relataron apagones que comenzaron en la madrugada, se levantaron a mediodía y retornaron en la tarde, dificultando el descanso, el teletrabajo y la conservación de alimentos.

“Es desesperante: se va la luz sin aviso, regresan las neveras medio vacías y no sabes si podrás cocinar o trabajar”, comentó a Cuba 24/7 un residente de Bayamo.

Comerciantes, profesionales de la salud y estudiantes universitarios denunciaron pérdidas económicas y académicas: laboratorios interrumpidos, pequeños comercios paralizados y clases virtuales derrumbadas por la falta de energía.

Causas del colapso energético

La UNE atribuye el déficit a una conjunción de factores técnicos y logísticos:

  1. Salida de unidades generadoras: Varias turbinas en Mariel, Felton, Cienfuegos y Renté se encuentran en mantenimiento programado o reparaciones de emergencia tras fallos inesperados.
  2. Escasez de combustible: Atrasos en la importación de diésel y fuel oil, agravados por la reducción de divisas disponibles para comprar en el mercado internacional.
  3. Incremento de la demanda: Las altas temperaturas de la primavera han disparado el uso de ventiladores y acondicionadores de aire, superando las previsiones de consumo.
  4. Debilidad en generación distribuida: Problemas en las pequeñas plantas cercanas a zonas rurales impiden aliviar la carga del SEN (Sistema Electroenergético Nacional).

Las autoridades han admitido que la capacidad ociosa del sistema ronda el 20 %, y que, de no reactivarse pronto las unidades afectadas, el déficit podría prolongarse durante varias semanas.

Impacto en sectores clave

  • Salud pública: Hospitales y policlínicos han enfrentado interrupciones en equipos de refrigeración de vacunas, lámparas de quirófano y bombas de infusión, lo que ha obligado a reorganizar turnos quirúrgicos y a utilizar generadores de emergencia.
  • Educación: Colegios y universidades han visto suspendidas sus clases en línea y exámenes programados por la imposibilidad de mantener conectividad y operar plataformas digitales.
  • Industria y servicios: Fábricas de alimentos, panaderías y talleres mecánicos han detenido sus líneas de producción, mientras que oficinas estatales han trabajado con horario reducido.

En el sector agrícola, el riego por bombeo se ha resentido, lo que podría traducirse en atrasos en la siembra de cultivos sensibles al calor.

Medidas y perspectivas de mejora

La Unión Eléctrica ha anunciado un plan de acción a corto, mediano y largo plazo:

  • Corto plazo (días): Incorporar de forma escalonada las unidades en mantenimiento, reajustar los ciclos de racionamiento y optimizar el despacho de generación distribuida.
  • Mediano plazo (meses): Acelerar la compra e importación de combustible, reparar las turbinas averiadas y reforzar la comunicación con los consumidores para calendarizar cortes de manera más equitativa.
  • Largo plazo (años): Avanzar en proyectos de energías renovables (solar y eólica), ampliar la inversión en transmisión y distribución, y modernizar las termoeléctricas para reducir la dependencia de combustibles caros.

El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció las limitaciones financieras y técnicas, pero aseguró que, con el reinicio de la planta de Mariel y la finalización de las obras en Cienfuegos, se podría reducir el déficit a 500 MW antes del verano.

El grave déficit de electricidad registrado este lunes refleja un desafío estructural en el sistema energético cubano, agudizado por las restricciones financieras y los atrasos en mantenimiento. Si bien las medidas de contingencia permitirán un alivio temporal, la consolidación de un mix energético sostenible —con mayor participación de fuentes renovables— resulta urgente para minimizar los riesgos de apagones recurrentes.

Mientras tanto, la población cubana, ya acostumbrada a racionamientos periódicos, enfrentará semanas de incertidumbre y adaptaciones continuas, en espera de una mejora que dependa tanto de inversiones nacionales como de cooperación internacional en el sector energético.

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