
En un nuevo gesto de cooperación internacional, Cuba recibió este fin de semana un cargamento de 20 toneladas de ayuda humanitaria procedentes de la República de Bielorrusia. El envío, anunciado y agradecido públicamente por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, está destinado a apoyar a las comunidades más afectadas por los huracanes y el sismo que azotaron la isla el año pasado.
Detalles del envío
El lote entregado incluye alimentos de primera necesidad e insumos médicos básicos, entre los que se cuentan:
- Alimentos no perecederos: arroz, conservas de pescado, legumbres y enlatados diversos.
- Productos de higiene y saneamiento: jabón, toallas sanitarias y desinfectantes.
- Material médico: jeringuillas, sueros y medicamentos para control de infecciones.
- Equipo de asistencia básica: mantas y kit de primeros auxilios.
Estos recursos serán distribuidos de forma prioritaria en las provincias más golpeadas por los fenómenos naturales, particularmente en zonas rurales donde las vías de comunicación quedaron seriamente dañadas y el acceso a alimentos y medicinas se ha visto interrumpido.
Contexto de la emergencia
Durante la temporada de huracanes y en el transcurso del pasado año, Cuba experimentó varias tormentas de gran intensidad que dejaron:
- Destrucción de infraestructura: decenas de escuelas, consultorios médicos y viviendas colapsadas o con daños estructurales graves.
- Cortes prolongados de electricidad y agua potable, afectando el suministro a miles de familias.
- Desplazamiento temporal de cientos de personas, al quedar sus hogares inhabitables.
A mediados de julio de 2024, el huracán Laura impactó el occidente de la isla, mientras que un fuerte sismo de magnitud 6.2 sacudió la región oriental en noviembre. Ambos eventos elevaron la demanda de apoyo humanitario tanto dentro como fuera de Cuba, y pusieron a prueba la capacidad de respuesta de los organismos de protección civil y las comunidades locales.
A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), el canciller Bruno Rodríguez Parrilla expresó:
“Agradecemos profundamente a Bielorrusia por este valioso aporte de ayuda humanitaria destinado a los afectados por huracanes y el terremoto en nuestro país. Su solidaridad demuestra una vez más la fuerza de las relaciones bilaterales.”
El ministro destacó que, gracias a la coordinación entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Instituto de Recursos Hidráulicos y el Sistema Nacional de Salud, la distribución de los donativos se realizará con transparencia y rapidez, garantizando que llegue a quienes más lo necesitan.
Cooperación bilateral Cuba–Bielorrusia
Las relaciones diplomáticas entre Cuba y Bielorrusia datan de la década de 1990 y se han fortalecido en los últimos años mediante acuerdos de colaboración en:
- Salud: intercambio de experiencias médicas y donación de equipos hospitalarios.
- Agricultura: proyectos conjuntos para mejorar la producción de lácteos y cereales.
- Tecnología: capacitación técnica en energía renovable y mantenimiento de infraestructuras.
El envío de 20 toneladas de ayuda humanitaria se suma a otros gestos de apoyo internacional procedentes de países aliados, como Rusia, Vietnam y China, que han aportado recursos para la recuperación tras desastres naturales.
Logística y centros de distribución
El cargamento llegó al Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana y fue trasladado al Centro de Logística Humanitaria del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX). Desde allí, las autoridades coordinarán:
- Inventario y clasificación de los suministros.
- Mapeo de áreas críticas según el Registro Nacional de Daños.
- Traslado a municipios y barrios afectados, con el apoyo de brigadas mixtas de la Defensa Civil y el Ministerio de Salud Pública.
La red de consultorios médicos de la familia y los policlínicos serán los puntos principales de entrega de los insumos médicos, mientras que los alimentos serán canalizados a través de las bodegas y comedores comunitarios.
Retos y perspectivas
Aunque el envío representa un alivio inmediato, las autoridades cubanas reconocen que los desafíos en la recuperación son de largo plazo:
- Rehabilitación de viviendas: más de 12 000 hogares continúan con daños en el oriente del país, especialmente en Guantánamo y Granma.
- Reactivación de servicios: restaurar por completo los sistemas de electricidad y agua potable en zonas rurales.
- Prevención de futuros desastres: fortalecer infraestructuras y capacitar a la población en medidas de reducción de riesgos.
En este sentido, el Ministerio de Planificación y Finanzas proyecta un plan plurianual que combine recursos internos con cooperación internacional, buscando consolidar un modelo de respuesta rápida y sostenible.
La llegada de 20 toneladas de ayuda humanitaria de Bielorrusia muestra la vigencia de los lazos de amistad y cooperación entre ambos países. Si bien el apoyo externo alivia las necesidades más urgentes, la recuperación total de las comunidades afectadas dependerá de estrategias integrales que incluyan reconstrucción de infraestructuras, fortalecimiento de la producción nacional de alimentos y un sistema de salud robusto.
La solidaridad internacional, unida a la resiliencia del pueblo cubano, será clave para superar las secuelas de los desastres naturales y construir un futuro con mayor seguridad y bienestar para todos.