
La ciudad de Las Tunas enfrenta una de las situaciones más críticas en cuanto al suministro de agua en los últimos años. La combinación de una sequía prolongada, la baja capacidad operativa de los embalses y averías en las principales fuentes de abasto ha reducido considerablemente la distribución del vital líquido, afectando a miles de residentes.
Un caudal insuficiente
Uno de los principales problemas señalados por las autoridades es la disminución del caudal proveniente de Piedra Hueca, una de las fuentes esenciales de abastecimiento. Actualmente, esta fuente solo aporta 50 litros por segundo, una cifra muy por debajo de los niveles mínimos necesarios para cubrir la demanda de la población.
Esta situación ha obligado a realizar reajustes drásticos en los ciclos de entrega, priorizando aquellas zonas más afectadas por la escasez, lo que genera inconformidades y desigualdades en el acceso al servicio entre los distintos barrios de la ciudad.
El embalse El Rincón, en estado crítico
Otro punto de tensión es el embalse El Rincón, que actualmente almacena apenas 7 millones de metros cúbicos de agua, cuando su capacidad total es de 22 millones. Esta alarmante reducción se debe a la prolongada sequía que afecta no solo a Las Tunas, sino a varias regiones del país. La falta de lluvias ha provocado que las reservas naturales disminuyan a niveles preocupantes, sin que existan pronósticos alentadores a corto plazo.
Obras y averías agravan el panorama
A la crisis hídrica se suman las interrupciones del servicio por motivos técnicos. Las obras que se realizan en la avenida Camilo han generado cortes temporales y problemas de presión que afectan a un sistema ya de por sí sobrecargado. Estas intervenciones, aunque necesarias, han coincidido con el momento más crítico en términos de disponibilidad de agua, agravando el malestar ciudadano.
Medidas de emergencia
La directora municipal de Acueducto y Alcantarillado, Piedad Herrera Núñez, explicó que se han tomado medidas para enfrentar la crisis, incluyendo el reajuste de los ciclos de distribución y la priorización de zonas vulnerables. Asimismo, informó que se están ejecutando acciones técnicas urgentes, como la reparación de bombas en Piedra Hueca, prevista para los días 16 y 17 de abril, y trabajos para restablecer la toma flotante de El Rincón.
Estas medidas podrían aliviar parcialmente la situación, aunque la funcionaria advirtió que la sequía continuará limitando la operatividad del sistema, especialmente en edificaciones de varios niveles, donde la presión no alcanza para garantizar el acceso a los pisos superiores.
Llamado a la responsabilidad ciudadana
Ante este panorama, las autoridades han hecho un llamado urgente a la racionalización del consumo doméstico y a la conciencia ciudadana. Se insta a evitar el derroche de agua y a mantenerse informados mediante los canales oficiales, donde se actualizarán los nuevos ciclos de entrega y las zonas prioritarias.
La situación en Las Tunas refleja un problema estructural que requiere no solo acciones inmediatas, sino también una estrategia a largo plazo para el manejo sostenible del agua, en un contexto marcado por el cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos.
Mientras tanto, miles de tuneros enfrentan cada día la incertidumbre de no saber cuándo volverá a salir agua por sus grifos.