
Ernesto Borges es un nombre que resuena en el contexto cubano por su lucha por la libertad frente a un régimen que lo considera un oponente peligroso. En 1998, Borges era un joven capitán de la Contrainteligencia del Ministerio del Interior (MININT) de Cuba. En ese entonces, tomó la valiente decisión de intentar impedir que 26 espías del régimen castrista fueran infiltrados en Estados Unidos y la OTAN. Aunque no llegó a cometer el delito, su intento lo llevó a ser arrestado.
Una Sentencia Desproporcionada
La situación de Borges se tornó crítica cuando fue sentenciado, en un principio, a pena de muerte; posteriormente, su condena fue reducida a 30 años de prisión. Desde entonces, ha pasado casi la mitad de su vida tras las rejas, sometido a condiciones extremadamente duras e inhumanas, que han marcado su vida de manera irreparable.
- Condiciones de reclusión: Ernesto ha estado diez años en celdas sin ventilación y en condiciones de semi-oscuridad, lo que ha contribuido a un deterioro significativo de su salud física y mental.
- Aislamiento familiar: Uno de los aspectos más dolorosos de su encarcelamiento ha sido la separación de su hija; lleva más de 20 años sin poder verla ni abrazarla, un castigo que no solo lo afecta a él, sino también a su familia.
- Negación de atención médica: Su estado de salud se ha visto comprometido al no recibir asistencia médica adecuada. Padece de cataratas y una hernia inguinal que requieren cirugía urgente, pero la atención que necesita le ha sido sistemáticamente negada.
La situación se volvió aún más desgarradora en 2020, cuando falleció su madre. Solo le permitieron verla unos minutos, encadenado de pies y manos, sin la posibilidad de abrazarla ni despedirse adecuadamente.
Una Lucha Inquebrantable
El régimen cubano ha mantenido a Borges encarcelado no solo por su intento de detener a espías del régimen, sino porque su resistencia y firmeza lo convierten en un adversario temido. A diferencia de otros, como los cinco espías cubanos liberados por Estados Unidos, Borges jamás ha claudicado ni ha pactado con la Seguridad del Estado, lo que lo convierte en un símbolo de desafío para el castrismo.
A pesar de que su condena debía haber terminado según las leyes militares cubanas—que estipulan que se debe cumplir solo una tercera parte de la condena—el régimen continúa manteniéndolo tras las rejas. Hay temores de que se fabriquen nuevos cargos para alargar su prisión injusta y perpetuar su sufrimiento.
Un Llamado a la Acción
La urgencia de la situación de Ernesto Borges es apremiante. “El tiempo se agota. Necesitamos tu ayuda”, se hace eco en la comunidad que aboga por su liberación. Los esfuerzos se centran en crear conciencia sobre su situación y presionar a la comunidad internacional para que evitemos otra injusticia en su contra.
A través de iniciativas de firmas y el uso de las redes sociales, los defensores de Borges están creando un movimiento que busca movilizar a las personas en favor de la justicia. Se está instando a todos a firmar una petición en Change.org y a compartir la historia de Borges, para que su clamor por la libertad no caiga en el olvido.
Conclusión
La historia de Ernesto Borges es un triste recordatorio de las crueldades que pueden derivarse de un régimen autoritario. Cada día que pasa es una oportunidad perdida para hacer justicia, y cada firma, cada voz que se levanta en su apoyo, puede ser un paso hacia su libertad. Es crucial que la comunidad internacional y los ciudadanos del mundo actúen ahora, antes de que sea demasiado tarde. ¡Exijamos su libertad y pongamos fin a esta injusticia! ✊ #FreeErnestoBorges #Cuba
Tomado de: https://www.facebook.com/cubanetnoticias/posts/pfbid0PK21wcUE3RgwquNjoyCX8gWWXwHUyWxhNTUejdfMwnMWxw79VhCSddajhjhMx8rrl