experto en redes

Carlos Penalva, experto español en redes sociales, ha generado controversia con sus recientes declaraciones donde aboga por un mayor control de Internet por parte del régimen cubano. En una entrevista en el programa Buenos Días de Canal Caribe, titulado «Guerra Mediática contra Cuba en redes sociales», Penalva, quien se autodefine como «comunista estoico y racionalista filosófico», presentó tres propuestas clave para reforzar la regulación del espacio digital en la isla.

1. Intervención del Estado en la Información
Penalva argumenta que el Estado debe intervenir en la circulación de información en las redes sociales, enfocándose en aquellos segmentos de la población que consume contenido que considera perjudicial para el gobierno, especialmente entre los disidentes. Según él, desmantelar un grupo emisor de mensajes críticos en el extranjero no soluciona el problema, dado que nuevos grupos emergen en otras partes del mundo, continuando la difusión de esos contenidos «nocivos».

2. Marcos Regulatorios Más Estrictos
El experto también sugirió la creación de regulaciones más rigurosas para interactuar en las plataformas digitales. Aseguró que Cuba ya ha avanzado en este sentido con normativas que limitan la libertad de expresión y que incluyen sanciones severas, desde multas hasta penas de prisión, para aquellos que expresan opiniones políticas contrarias al régimen.

3. Contexto Global de Conflicto
Penalva describió el actual entorno mundial como un «contexto global de conflicto», donde las campañas de desinformación son cada vez más comunes y buscan desestabilizar naciones y economías. Su discurso se alinea con la línea oficial del régimen cubano, ya que menciona que estas campañas son parte de una guerra mediática no convencional, que puede desencadenar tensiones y conflictos bélicos.

El comunicador enfatizó que no se trata solo de desinformación, sino de una estrategia más profunda para modificar la percepción de la realidad política y social a través de las tecnologías de la comunicación, manipulando emociones para subvertir las instituciones cubanas.

A pesar de sus declaraciones, Penalva no abordó la crisis de los medios en Cuba ni la represión que enfrentan aquellos con ideas disidentes, ni la falta de libertad de prensa y expresión que ha prevalecido en el país por más de seis décadas. Su postura ha suscitado un debate acalorado sobre la ética de la regulación de la información y los derechos humanos en el contexto cubano.