
En un preocupante desarrollo para la salud pública, las autoridades de la provincia de Las Tunas han emitido una alerta sanitaria tras detectar la presencia de lepra en varios municipios del sur. Esta noticia reabre heridas en una sociedad que había comenzado a olvidar esta enfermedad, la cual había sido considerada erradicada en el país, y evidencia las alarmantes condiciones de vida que enfrentan muchos cubanos.
La reaparición de la lepra, una enfermedad que se propaga en contextos de pobreza extrema y falta de higiene, es un claro indicativo de que las condiciones de vida en la región han llegado a niveles inaceptables. La falta de acceso a servicios de salud adecuados, sumada a la escasez de recursos y a la deteriorada infraestructura sanitaria, crea un caldo de cultivo propicio para que enfermedades que creíamos controladas resurjan con fuerza.
La comunidad se encuentra en estado de alerta, ya que la lepra, aunque con tratamientos efectivos, puede generar estigmas y temores en la población. Es una enfermedad que no solo afecta físicamente, sino que también puede marginar socialmente a quienes la padecen. En este contexto, se hace urgente que las autoridades no solo actúen con rapidez para contener y tratar los casos existentes, sino que implementen políticas efectivas que mejoren las condiciones de vida y garanticen el acceso a una higiene adecuada y a servicios de salud.
La situación en Las Tunas es una llamada de atención sobre el estado crítico en el que se encuentra la salud pública en Cuba. La reaparición de la lepra es síntoma de una crisis más amplia que requiere una respuesta inmediata y significativa. La población espera no solo soluciones a corto plazo, sino un compromiso real por parte del régimen para abordar las raíces de la miseria y la falta de higiene que ponen en riesgo su bienestar y salud.
Es triste lo que pasa el pueblo, con apagones y ahora también con enfermedades